El mantenimiento de infraestructuras, como la reparación de puentes o edificios, requiere una soldadora robusta con un alto ciclo de trabajo para soportar un uso prolongado. La fiabilidad y el rendimiento en condiciones de intemperie son primordiales.
La máquina de soldar debe ser lo suficientemente versátil como para trabajar con distintos materiales y grosores, y a menudo requiere la capacidad de cambiar entre soldadura de CA y CC para adaptarse a los diferentes metales que se encuentran en los proyectos de infraestructuras.
Dada la gran escala y complejidad de los proyectos de infraestructuras, la portabilidad es crucial. Una máquina que sea fácil de transportar a zonas de difícil acceso, posiblemente en entornos exteriores complicados, es esencial para realizar reparaciones in situ eficientes.